El  amor es para el hombre contemporáneo una de las experiencias, desde donde puede experimentar  un sentido de trascendencia y aprendizaje, a partir de un otro. Pero no es sólo el amor erótico o de pareja aquello que tanto nos preocupa a todos, sino el vasto y complejo mundo de las relaciones en general: familiares, de amistad, laborales, etc. La Astrología ha abordado desde los orígenes de su práctica el análisis de lo vincular y la relación entre las cartas natales de las personas involucradas en un vinculo, de pareja, familiar de amistad o comercial; mediante una rama específica  que se la denomina: Sinastría. Etimológicamente este nombre compone los términos syn (el “con” latino) y aster (“astro”) en algo así como “poniendo juntos los astros”. La Sinastría es un análisis de compatibilidad que hay entre una o más personas, basándose en sus Cartas Natales. Dicho análisis se enfoca en explicar el comportamiento de la relación que hay entre esas personas, ayudando a entender (y en ocasiones predecir) los posibles comportamientos que estas seguirán; pudiéndose sacar partido de los puntos en que armonizarán y previniendo o superando los aspectos en los que desarmonizarán. El psiquiatra suizo Carl Jung intentó comprobar en una estadística informal las interrelaciones más clásicas que deberían darse entre parejas constituidas, tales como el Sol de uno en conjunción al Ascendente del otro, o la Luna, los Ascendentes opuestos, etc., y los resultados de ese experimento lo llevaron a dar un paso más adelante en su teoría de la sincronicidad o “coincidencias significativas”. Central a la teoría de este pensador es la noción de “proyección”, es decir, cómo algunos contenidos que son parte de nuestra propia psique son depositados o vividos a través de terceros que son significativos en nuestras vidas, y viceversa, definiendo la dinámica de una relación.  La Astrología muestra esta tendencia de un modo muy contundente, indicando de esta manera cuáles con los principales temas que serán motivo de atracción y crecimiento en los integrantes de una relación, es decir, lo que fluye naturalmente en el vinculo y lo que nos enfrenta a trabajar sobre nosotros mismos. Del mismo modo, las fortalezas y debilidades de vínculo a ser aprovechadas o trabajadas como parte del proceso evolutivo individual a partir del espejo que el otro hace dentro de la dinámica del vinculo. Al vincularnos emocionalmente con otra  persona formamos una unidad mayor que nos trasciende a ambos y que tiene una identidad y objetivos concretos. Hacer el estudio de Sinastría nos permite comprender que es lo que tenemos que aprender; lo que el vinculo nos muestra de nosotros mismos para reafirmar lo que ya tenemos trabajado en un sentido positivo o en lo que seguimos repitiendo y que están en conflicto. Solo cuando hagamos el aprendizaje podremos salir de esa dinámica vincular inarmónica o toxica. En el caso particular de los vínculos familiares, es fundamental tener esta herramienta, para poder comprender cuál es la dinámica vincular del grupo familiar, lo que cada uno de los integrantes hace de espejo y se proyectan mutuamente desde el conflicto, para poder resolverlo, entiendo que este tipo de vinculo no se sale,  a diferencia del vinculo de pareja. Desde mi experiencia, dentro del proceso de Coaching Astrológico, trabajando con los pacientes, temas vinculares; hacer la Sinastría por ejemplo de la Carta Natal de una paciente (Madre) con la Carta Natal de uno de sus hijos, en donde hay un punto de conflicto, facilita notablemente la resolución y mejora del vinculo cuando se logra comprender a que la enfrenta ( el hijo) a trabajar de sí misma (madre). Y de esta manera preservar y reconstituir la base amorosa en que el vinculo está formado. Aunque en astrología disponemos de la significado de cada planeta para clasificar a los diferentes individuos, requiere una gran cantidad de análisis y variables para extraer los numerosos rasgos de la carta porque sabemos que existen una multitud de factores astrológicos a la hora de explicar la potencialidad de un individuo : (10 planetas + el Nodo) x 12 casas x 12 signos x 5 aspectos = lo que hace un total de 7920 diferencias posibles en principio, sin tener en cuenta de que cada ser humano es distinto. En lo que respecta a la Sinastría, este número lo tenemos que multiplicar por 2. Es decir que para poder hacer este nivel de análisis, hay que tener un conocimiento profundo y especifico sobre el tema. Ahora bien, de manera general si se quiere determinar una afinidad por signos astrológicos, entendiendo que esto sólo ofrecerá un aspecto limitado de la totalidad de factores a considerarse y generalmente indicará solamente una compatibilidad amistosa no necesariamente profunda, algo así como la facilidad con la que dos personas de entrada se llevan por similitudes, podemos entonces hacer un primer nivel de análisis general y básico: Aries: Géminis, Acuario, Sagitario, Leo. / Tauro: Cáncer, Piscis, Capricornio, Virgo. / Géminis: Aries, Leo, Libra, Acuario. / Cáncer: Tauro, Virgo, Escorpión, Piscis. / Leo: Libra, Aries, Géminis, Sagitario. / Virgo: Cáncer, Capricornio, Tauro, Escorpión. / Libra: Géminis, Leo, Sagitario, Acuario. / Escorpión: Virgo, Capricornio, Piscis, Cáncer. / Sagitario: Acuario, Aries, Libra, Leo. / Capricornio: Piscis, Tauro, Virgo, Escorpión. / Acuario: Aries, Géminis, Libra, Sagitario. / Piscis: Capricornio, Cáncer, Escorpión, Tauro. En el caso de la atracción sexual, naturalmente se debe de observar la posición de los planetas sexuales en la Carta Natal de cada una de la personas: Venus y Marte. Estos planetas simbolizan la seducción y el placer (Venus) y la acción y la excitación que genera la seducción, la energía de conquista (Marte). Si una persona tiene a Marte donde la otra tiene a Venus o viceversa, esto es considerado favorable, al igual que aspectos entre estos dos planetas o entre Venus-Venus que es finalmente el planeta de lo placentero, la belleza y la armonía; Marte en cambio simboliza también la división y el conflicto sin embargo aporta la pimienta y el fuego necesario para cierto tipo de pasiones. Otro factor a considerarse siempre es la casa 7, que rige el matrimonio. Una persona tendrá una tendencia a unirse con una persona que esté regida o que tenga una fuerte presencia del planeta o el signo que rige la casa 7 de la primera. Es decir,  si una persona tiene a Virgo  como regente de su casa 7, y tu eres de Virgo o tienes la Luna o Venus en este signo, se lo puede considerar por Sinastría un aspecto que determina un buen  nivel de compatibilidad con la persona. En conclusión: Nuestros vínculos emocionales  nos permiten observar  cómo nos relacionamos con el otro, en general es hacer un pie en nuestras estructuras elementales en vez de aspirar a evolucionar. El ser humano construye vínculos posibles, tolerables y deja completamente afuera lo intolerable. Mientras más parecido a mí, más lo acepto. El encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser. Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminosos y oscuros de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones.  Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil vincular con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones. Si quieres saber sobre otros tránsitos que pueden estar afectando a tu signo lo puedes buscar haciendo clic AQUÍ. Si quieres saber como desarrollar tu potencial o resolver estos puntos que pueden estar en conflicto desde tu Carta Natal, haciendo un enfoque terapéutico desde la Astrología, puedes tener mas información haciendo clic AQUÍ.

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